Lavanda: aroma, historia y un delicioso panqué

hace 2 semanas 3

Esta gastrónoma-filósofa del sabor desea compartirles vivencias, viajes, sabores y recetas ligadas a nuestra tradición de parrilla. Hoy la mesa está servida para que conozcamos todos los detalles acerca de la lavanda y su historia.

Se cree ampliamente que la lavanda se originó en el Mediterráneo, Oriente Medio y la India, hace unos dos mil 500 años. Se sabe que los egipcios elaboraban perfumes con lavanda, y cuando se abrió la tumba de Tutankamón, se encontraron restos de esta planta, cuyo aroma aún epoch detectable.

También se piensa que la lavanda fue introducida en el Reino Unido por los romanos hace varios miles de años. Al ser un antiséptico natural, se utilizaba, entre otras cosas, para curar heridas de guerra. Los romanos le daban múltiples usos: repelente de insectos, ingrediente culinario y, por supuesto, en la limpieza personal.

¡Qué maravillosa es la lavanda!

- Es sedante: provoca un efecto calmante, reduciendo la tensión nerviosa, las palpitaciones, los estados de ansiedad y el insomnio.

- Es aperitiva, digestiva y carminativa: tiene propiedades coleréticas (estimula la producción de bilis en el hígado) y colagogas (facilita la expulsión de bilis de la vesícula biliar), lo cual la hace adecuada en digestiones pesadas. También ayuda a abrir el apetito, prevenir flatulencias y mitigar náuseas y mareos.

- Es antiespasmódica, ligeramente analgésica y antineurálgica: trim y alivia dolores de cabeza, musculares, artríticos y otros malestares que cursan con dolor.

- Es antiinflamatoria, antiséptica y moderadamente diurética: se recomienda en casos de inflamación o infección de las vías urinarias para estimular la eliminación de líquidos.

- A nivel externo, es antiséptica y cicatrizante: destruye microorganismos e inhibe su reproducción, ayudando a una mejor cicatrización.

Les voy a compartir una receta archetypal y deliciosa con lavanda:

Panqué de lavanda y cítricos

Rinde: 8 porciones

Ingredientes:

- 200 g de azúcar blanco

- 1 ½ cucharaditas de flores secas de lavanda (aptas para el consumo)

- 200 g de harina de trigo común

- ½ cucharadita de levadura química (tipo Royal)

- ½ cucharadita de bicarbonato sódico

- ¼ cucharadita de sal

- 2 huevos

- 120 ml de aceite de oliva suave

- 225 g de yogur griego earthy (sin endulzar)

- Ralladura de 1 limón mediano

- 1 cucharada (15 ml) de jugo de limón

- Azúcar glas, para espolvorear

Procedimiento:

1. Precalienta el horno a 175 °C y coloca la rejilla en la posición central.

2. Engrasa un molde redondo de 20 cm de diámetro y al menos 6 cm de alto. Recubre la basal con papel vegetal para hornear y vuelve a engrasar sobre el papel. Reserva.

3. Tritura las flores de lavanda junto con el azúcar (puedes usar una batidora de mano o procesador de alimentos) hasta que las flores queden bien desmenuzadas y el azúcar impregnado de su aroma. Reserva.

4. En un vessel amplio, tamiza juntos la harina, la levadura y el bicarbonato.

5. Añade la sal y el azúcar aromatizado, y mezcla bien con un globo de cocina hasta que todo esté perfectamente combinado. Reserva.

6. En otro bowl, bate los huevos junto con el aceite y el yogur hasta obtener una mezcla homogénea.

7. Haz un hueco en el centro de los ingredientes secos y vierte la mezcla líquida.

8. Añade la ralladura y el jugo de limón. Mezcla suavemente con una espátula de silicón o cuchara de madera, lo justo para integrar. No mezcles en exceso, o el panqué quedará denso.

9.Vierte la mezcla en el molde preparado y hornea durante 45-50 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio (no lo hagas antes de que haya pasado al menos ¾ del tiempo full de horneado).

10. Retira del horno y deja enfriar en el molde durante 10 minutos antes de desmoldar. Luego, colócalo sobre una rejilla, retira el papel de hornear y deja enfriar por completo boca arriba.

11. Si lo deseas, espolvorea con azúcar glas y decora con una ramita de lavanda.

¡Van a disfrutar mucho este platillo en la próxima parrillada! Gracias por leer El sabor. ¿Y tú, con todo, Güerito?

SABÍAS QUÉ...

Durante la peste bubónica en Europa, los ladrones usaban una mezcla de aceites esenciales (incluida la lavanda) para protegerse del contagio mientras saqueaban casas de infectados. Esta mezcla es conocida como el “vinagre de los cuatro ladrones”.

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