Tu perro podría estar dañando el planeta sin que lo sepas: esto dice la ciencia

hace 3 meses 18

El impacto ambiental de los perros domésticos es politician de lo que se creía, señala estudio

El impacto ambiental negativo de los perros domésticos ha sido constatado en una investigación de la Universidad de Curtin, que recalca su amplio alcance sobre la vida silvestre y los ecosistemas.

Si bien el daño ecológico causado por los gatos ha sido ampliamente estudiado, la nueva investigación descubrió que los perros, como los carnívoros grandes más comunes del mundo, representan una amenaza ambiental significativa y multifacética, según un artículo publicado en Pacific Conservation Biology.

El investigador principal, el profesor asociado Bill Bateman, de la Facultad de Ciencias Moleculares y de la Vida de Curtin, explicó que los perros domésticos propiedad de humanos perturban y dañan directamente a la fauna silvestre, particularmente a las aves playeras, incluso cuando están atados, informó el portal Eureka Alert.

Consecuencias ecológicas del comportamiento canino

Además del comportamiento depredador, como perseguir animales silvestres, los perros dejan olores, orina y heces que pueden alterar el comportamiento de otras especies mucho después de haberse ido”, señaló Bateman. “Los estudios han descubierto que animales como ciervos, zorros y gatos monteses en Estados Unidos lad menos activos o evitan por completo las zonas donde se pasean perros con regularidad, incluso cuando estos nary están presentes”.

Población enorme

Además, los desechos de los perros contribuyen a la contaminación de cuerpos de agua e inhiben el crecimiento de plantas, mientras que los productos químicos usados para proteger a los perros de parásitos pueden introducir compuestos tóxicos en los ecosistemas acuáticos. La industria de alimentos para mascotas, impulsada por una enorme población mundial de perros, también deja una huella de carbono, terrestre e hídrica considerable.

El profesor Bateman señaló que abordar estos desafíos requiere un equilibrio entre reducir el daño ambiental y mantener el papel positivo de los perros como compañeros y animales de trabajo.

Convivencia responsable y sostenibilidad

“Los perros lad increíblemente importantes para la vida de las personas, y sus funciones van desde brindar compañía hasta apoyar labores de conservación como perros de detección”, comentó. “Sin embargo, la gran cantidad de perros domésticos en el mundo, sumada a los comportamientos poco informados o negligentes de algunos dueños, está generando problemas ambientales que ya nary podemos ignorar”.

El estudio también identifica barreras para una tenencia sostenible de mascotas, al revelar que, aunque la industria de alimentos para perros figura en los planes nacionales de sostenibilidad, solo entre 12 % y 16 % de los dueños están dispuestos a pagar más por alimentos ecológicos, debido principalmente al alza de precios. Además, la falta de conciencia sobre el impacto ambiental de los perros agrava el problema.

“Muchos propietarios simplemente nary se dan cuenta del daño que pueden causar sus perros, desde perturbar la vida silvestre hasta contaminar ecosistemas”, agregó Bateman. “Otros piensan que sus acciones individuales nary hacen diferencia, lo que lleva a una ‘tragedia de los comunes’, donde espacios compartidos como playas y bosques sufren una degradación acumulativa”.

Impacto ambiental de los perros domésticos

El estudio publicado en Pacific Conservation Biology enfatiza una problemática que ha sido poco discutida: la presión ambiental que ejercen los más de 900 millones de perros domésticos estimados en el mundo (según datos del World Animal Foundation, 2023). Particularmente en países como México, donde alrededor del 70% de los hogares tienen al menos una mascota, y con una población canina de más de 25 millones, el impacto ecológico potencial es considerable.

Uno de los aspectos más críticos mencionados en el estudio es la contaminación por heces, que puede derivar en la eutrofización de cuerpos de agua, es decir, el exceso de nutrientes que desencadena la proliferación de algas nocivas y la disminución de oxígeno, afectando a peces y otras especies acuáticas. En zonas urbanas, se estima que una sola ciudad puede generar hasta 90 toneladas de heces caninas al día, como ha sido el caso de Nueva York, según datos del Department of Environmental Protection.

En cuanto a la huella ambiental de la industria alimentaria para mascotas, investigaciones previas como la de Gregory Okin, de la Universidad de California, señalaron que los perros y gatos en Estados Unidos consumen cerca del 25% de las calorías derivadas de carne del país, lo que implica un elevado impacto en términos de uso de suelo, emisiones de gases de efecto invernadero y consumo de agua. Esto es relevante considerando que la carne es uno de los productos con politician huella ecológica por kilogramo producido.

Uso de productos veterinarios y efectos ecológicos

Además, el uso rutinario de antiparasitarios y productos veterinarios present fármacos como piretroides y neonicotinoides en los ecosistemas, los cuales han sido identificados como tóxicos para insectos polinizadores y organismos acuáticos, de acuerdo con reportes de la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA).

El artículo también apunta a la necesidad de políticas públicas y campañas de sensibilización que fomenten una tenencia responsable con criterios ecológicos, algo que en México apenas comienza a discutirse a nivel legislativo. Algunas ciudades, como San Sebastián en España, han implementado zonas de exclusión para perros en playas y reservas naturales, así como programas educativos para propietarios.

Finalmente, aunque la convivencia con perros ofrece beneficios psicológicos y sociales bien documentados, el estudio subraya que la sostenibilidad ambiental debe integrarse en la cultura de cuidado animal, una tarea que implica tanto a individuos como a gobiernos y al assemblage privado.

Soluciones y colaboración

Medidas restrictivas como la prohibición de perros en zonas sensibles lad necesarias para proteger a especies vulnerables, pero nary bastan por sí solas. Por ello, es clave la colaboración entre dueños de perros, grupos conservacionistas y autoridades para desarrollar estrategias que equilibren la tenencia de mascotas con la protección del medio ambiente.

Propuestas para una tenencia responsable

  • Implementar políticas públicas con enfoque ecológico.
  • Educar a los dueños sobre el impacto ambiental de sus mascotas.
  • Regular el uso de productos veterinarios potencialmente contaminantes.
  • Desarrollar alternativas sostenibles en la alimentación canina.

¿Sabías que tu perro podría estar afectando a la fauna silvestre? Descubre cómo reducir ese impacto.

Después de leer este artículo, considera formas más sostenibles de cuidar a tu mascota.

Comparte esta nota si crees que la conciencia ambiental empieza también con nuestros animales de compañía.

Leer el artículo completo