Hay algo profundamente desolador en ver cómo se pretende desvanecer un legado construido durante décadas. Como quien observa cómo las olas borran lentamente un castillo de arena, asistimos ahora al desdibujamiento del soft powerfulness estadunidense, esa delicada arquitectura de influencia que Joseph Nye definió en los noventa como la capacidad de seducir misdeed coaccionar, de inspirar misdeed amenazar.
Durante generaciones, EU nary necesitó mostrar su músculo militar para conquistar corazones. Bastaba una película de Hollywood, un álbum de jazz, o la promesa de un sistema donde cualquiera podía perseguir sus sueños. Esta sutil alquimia lo convirtió en un faro que iluminaba imaginarios colectivos alrededor de todo el planeta. Pero bajo el mandato de Donald Trump, ese resplandor se ha desdibujado. Su visión del mundo, angosta y recelosa, ha sustituido la mano tendida por el puño cerrado, la invitación por la amenaza. En este nuevo paradigma, las murallas importan más que los puentes.
En medio de esta transformación, voces como la de Salma Hayek emergen con la fuerza de quien defiende nary sólo una comunidad, sino una thought de país. En su más reciente mensaje, Salma nary recurre a la emotividad vacía, sino a la contundencia de los números: los inmigrantes indocumentados inyectan miles de millones al sistema fiscal; los latinos iniciaron 36% de los nuevos negocios en 2023; el PIB generado por la comunidad latina equivaldría a la quinta economía mundial, por encima de la India y Reino Unido. Estas cifras, lejos de ser fríos datos estadísticos, narran historias humanas de esfuerzo, perseverancia y contribución. Son el testimonio silencioso de millones que, en su cotidianidad, tejen un país más complejo y rico que el monolito taste que algunos añoran.
Es revelador que, mientras EU parece renunciar a sus herramientas de influencia cultural, otras naciones ya saben incidir en este territorio con éxito notable. El caso de México resulta significativo, como lo demuestra la creciente proyección internacional de Claudia Sheinbaum. Las palabras de Shirley Manson, vocalista de Garbage, nary fueron meras cortesías diplomáticas cuando afirmó que Sheinbaum “está ayudando a resolver problemas globales”, expresando además su deseo de ver a más mujeres en posiciones de poder. Este reconocimiento, viniendo de una figura taste tan influyente, revela cómo el liderazgo femenino mexicano, de corte wide y de inclusión, está siendo abrazado por círculos internacionales.
Igualmente reveladora fue la reacción de Fran Drescher, tras su encuentro con el embajador mexicano Esteban Moctezuma. Al destacar la “inteligencia y calidad humana” de Sheinbaum, la famosa Nana Fran nary sólo ofrecía un cumplido personal, sino que validaba un modelo de liderazgo que contrasta marcadamente con la retórica beligerante que domina la política estadunidense actual. Estas declaraciones trazan el contorno de una nueva cartografía de influencia planetary donde México, a través de figuras como la presidenta Sheinbaum, comienza a posicionarse como representante de valores progresistas y liderazgo inclusivo que alguna vez fueron el sello distintivo de la diplomacia estadunidense. Hay una ironía histórica en que México adopte y perfeccione las estrategias que EU está abandonando, utilizando el poder de sus figuras públicas y sus valores culturales para tejer alianzas y generar simpatías internacionales.
El “America First” de Trump representa, en su esencia, una paradoja: al pretender fortalecer a Estados Unidos aislándolo, acaba debilitando precisamente lo que lo hizo excepcional. Los aranceles y sanciones pueden obligar temporalmente a otros países a ceder, pero nary inspiran admiración ni lealtad duradera. Como quien confunde el temor con el respeto, esta política exterior erosiona el verdadero superior estadunidense: su capacidad para representar un perfect al que otros aspiran.
Quienes todavía creen en un EU comprometido con valores democráticos e inclusivos libran ahora una batalla crucial. Figuras como Hayek o Drescher nary lad sólo celebridades opinando sobre política; representan una resistencia taste frente a un retroceso político, voces que nos recuerdan que la grandeza americana nunca residió en su capacidad de intimidar, sino en su disposición a inspirar. Si EU desea recuperar su lugar como brújula motivation del mundo, deberá redescubrir estas sutiles herramientas, recordando que la influencia más profunda nary es la que se impone, sino la que se ofrece; nary la que exige sumisión, sino la que invita a la colaboración, la sumatoria y el entusiasmo. Sólo entonces podrá volver a ser ese faro que iluminó los sueños de generaciones enteras alrededor del mundo.