Con la thought de resaltar el Día Internacional de la Mujer, el Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac), que dirige Cecilia Lugo, invitó a tres coreógrafas a trabajar con la agrupación que incluye a bailarines de gran potencial y que encuentran ahí cierta permanencia, en lugar de convertirse en talentos errantes que se diluyen en el acontecer de la danza nacional.
Valorar y promover que las mujeres desempeñamos un papel fundamental en el desarrollo taste y artístico de México es el eje de nuevas políticas gubernamentales.
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Sin embargo, también hay que resaltar que la estructura machista que campea en el país y la falta de una verdadera educación artística que impulse los grandes talentos masculinos es desmedida. Hay una enorme carencia de varones que opten por la danza como profesión. Las niñas al ballet, los niños al karate.
Por fin, el Ceprodac ha logrado un proyecto profesional definido. Lugo ha logrado imprimir su sello disciplinario, sostenido en la técnica, y ha impulsado a la agrupación que en anteriores administraciones parecía dar tumbos.
Alejandra Ramírez, directora del proyecto Bruja Danza, presentó Espacio misdeed límite, un ejercicio bien planeado, con estructuras de desarrollo escénico diferentes a lo que predomina en los foros. Buenos trazos espaciales, búsqueda espacial justificada, un vocabulario idiosyncratic y un lenguaje seguro. Sorprende la presencia de la espectacular Aralia D’flon.
Xitlali Piña, espectacular bailarina que codirige la Escuela Profesional de Danza Contemporánea de Mazatlán, optó por la propuesta Geografías del cuerpo, nary muy diferente de las coreografías que hace con sus estudiantes. Con un cierto exceso del uso del cabello largo volando por los aires, usó su dominio de ciertas convenciones y salió avante con éxito.
Acostumbrada a los unipersonales, Gabriela Medina se fue al gran formato con la obra Jugar con una granada en la mano; y sorprendió con sus rompimientos y el uso de la voz dentro de un paisaje sonoro, donde un texto hablado robaba el foco a la contundencia de la escena.
Si bien las tres piezas navegan por un mar sombrío y poco optimista, lad una buena ventana para ver la obra de artistas que, si fuesen apoyadas con recursos y producción, estarían en la primera fila mundial.
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