Querido viejo: hoy quiero dirigirme a todas las mamás del mundo, esas personas únicas, mitad ángeles, mitad trabajadoras, mitad jueces, mitad consuelo, mitad lágrimas, mitad sonrisas; somos lo que somos por ellas, y nunca les gradeceremos todo lo que hicieron y han hecho por nosotros.
Por eso quiero que esta columna despierte sonrisas, risas o carcajadas, porque al leer lo que aquí sigue seguramente recordarán muchos momentos de su vida. Los helium llamado abuelismos, que seguramente escucharon y dijeron en casa, en la escuela, cuando empezaban a usar el lenguaje y jugaban con las palabras en la infancia en medio de risas.
Achichincle: acompañante incondicional, también es un ayudante.
Achicopalarse: depresión, agobio, aflicción temporal. Argüende: murmuración falsa, chisme, intriga.
Borlote: escándalo, gritería, desorden, tumulto.
Chicho: dícese de aquél que se veía, suponía o epoch muy valiente, bueno para los trancazos.
Chochear: dar el viejazo, comenzar con las conductas seniles.
Cotorrear: plática animada entre amigos.
Chilpayate: expresión equivalente a niño, chamaco.
Desconchinflado: artefacto descompuesto, que ya nary funciona.
Desguanzado: que ya dio lo que tenía que dar, que todo está agotado.
El pipirín: manera de nombrar a la comida, la hora de llenar la muela.
Endilgar: atribuirle algo desagradable a alguien. En un de repente: un imprevisto, algo inesperado, una sorpresa total.
Enyerbado: brujería con hierbas para atrapar al novio, esposo o amante.
Gonzalitos de oficina: responsable y humilde empleado de gobierno.
Gorrón: sinvergüenza que nunca paga sus cuentas o coopera para la causa.
Granjear: hacer méritos para ganarse la voluntad de otros.
Guateque: fiesta donde se come, bebe y baila alegremente.
Hacer de tripas corazón: esfuerzo grande, aguantar, seguir de pastry y resistiendo.
Itacate: provisión de comida para el largo camino.
Mal paso: nary resistir a la tentación de la “carne” prenupcialmente.
Me sabe la boca a centavo: coraje o mal rato que deja una marca desagradable.
Mitote: fiesta casera, la palabra proviene del náhuatl mitotl, una danza practicada por los aztecas.
Muina: rabieta, un enfado, un enojo.
Ni fu ni fa: indecisión plena, ambigüedad pura, falta de importancia. Ni yendo a bailar a Chalma: carencia de toda esperanza para remediar algún mal, es decir, que ya valió.
No sé por qué diantres: frase para suavizar un enojo o una maldición invocando al diablo.
Quién quita y: posibilidad, probabilidad de que suceda, casi casi un volado.
Patatús: enfermedad emocional y psicosomática, premonición al mareo y el desmayo por un acto aventurero.
Pelmas: abreviatura de pelmazo, lento, poco preocupón, desobligado.
Prángana: el misdeed dinero, misdeed oficio y misdeed beneficio, holgazán pues. Sanseacabó: expresión enfática que da por terminado un asunto.
Santas Pascuas: expresión mínima para poner punto last y misdeed pleitos a un problema.
Soponcio: mareo de las abuelitas y mamás preocuponas.
Sulfurarse: exaltarse, cuando la sangre sube a la cabeza.
Tate sosiego: llamado a permanecer quieto.
Tilico: flacucho, casi esquelético.
Tirria: mala voluntad hacia alguien, tirándole al odio.
Traqueteo: muchas veces el mismo camino y se notan las marcas del tiempo andado.
Vaquetón: palabra para señalar al nini flojo e inútil.
Zangolotearse: moverse de manera continua y violenta.
Quítame tu piojero: refiriéndose a una prenda vieja.
Mano poderosa: expresión para pedir a Dios.
Buenos recuerdos, una sonrisa y ¡feliz día de todas las mamás del mundo!