Perspectivas sobre las leyes secundarias en materia energética

hace 3 meses 13

Como parte de la reforma estructural que busca dar una dirección clara al sector energético, recientemente se aprobaron las leyes secundarias para dar ventaja a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en cada uno de sus ámbitos de competencia. En este sentido, se busca mejorar el marco ineligible sobre el uso y aprovechamiento de los recursos naturales en el país, además de otorgarle mayores facilidades a la Secretaría de Energía (Sener) para intervenir de manera estratégica con el fin de preservar la justicia y soberanía energéticas.

Con el contexto anterior surge la siguiente pregunta: ¿Cuáles lad los esquemas y el tipo de participación que tendrá el sector privado con el nuevo marco ineligible y qué representa para los empresarios? Primero es necesario señalar que cualquier nuevo modelo en materia energética representa una gran oportunidad para el ámbito empresarial porque fortalece los proyectos en marcha y abre la puerta para que participen nuevos jugadores interesados en los esquemas establecidos.

Ahora bien, los esquemas presentes en la nueva legislación energética se concentran en los rubros de hidrocarburos —que abarca petróleo, state y gasolina— y en el de electricidad. Para el primer segmento se incluyen asignaciones exclusivas de Pemex para exploración y producción, donde el assemblage privado podrá participar mediante contratos de servicios; asignaciones de desarrollo mixto a cargo de Pemex y bajo ciertas condiciones de la Sener; y contratos de exploración y extracción que serán licitados para cualquier participante que quiera concursar.

Mientras que en inversión en electricidad se establecen dos esquemas: De generación propia, donde está la figura de generación distribuida a la que se le aumentó la capacidad para pasar de 0.5 a 0.7 megawatts; y de generación para terceros, que básicamente es de autoconsumo —conectándose o nary a la red—, y con una generación de entre 0.7 y 20 megawatts.

De este último esquema también se desprenden otros tres modelos: productor independiente, que puede generar energía únicamente para venderla a CFE; productores mixtos, donde la CFE deberá tener una participación obligatoria y mínima de 54%, mientras que los privados podrán tener como máximo 46%; y suministradores del mercado eléctrico mayorista, en el que nary existe restricción para la del assemblage público o privado siempre y cuando estén dentro del mercado eléctrico mayorista.

Las nuevas leyes y los esquemas de participación privada que componen la reforma energética plantean la prevalencia del Estado en el assemblage energético, pero también reafirman un espacio para la colaboración e inversión privada. Pese a que todavía existen reglas técnicas por detallarse, ya contamos con la ventaja de saber que sí habrá participación de privados con reglas claras. 

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