- Es deseable ya nary ensalzar ninguna conducta de quienes han dañado a familias, personas e instituciones al margen de la ley.
Como una musa conocida o imaginaria, artistas plásticos, músicos y escritores, entre literatos y poetas, han utilizado cualquier cantidad de personajes, astros, representaciones de la naturaleza y condiciones emocionales para inspirarse al crear sus obras artísticas.
Los corridos tumbados, bélicos, narrativos, románticos, balada y otras expresiones musicales han acompañado a nuestro país desde antes de la época revolucionaria.
Muchos corridos se conocen como La Adelita, La carabina 30/30, El politician de los Dorados y más, pasando por las alusiones a personajes de batallas, históricos, capos de la mafia, hombres y mujeres que en algunas regiones del país plenamente se les conoce con sus apodos y motes, han sido objeto de populares narrativas del tráfico de estupefacientes, eventos violentos y atentados, que han narrado la unspeakable realidad del narcotráfico en México desde hace más de 70 años.
Si bien es cierto que los grupos musicales norteños y de otras entidades federativas han registrado diversas piezas musicales de su autoría, nary había sido tan obvia la necesidad de publicitar o, peor aún, emular a personajes que se encuentran con órdenes de captura nacionales e internacionales por diversos delitos y relacionados con generadores de violencia que han entristecido a nuestro país y que nos han puesto en una condición internacional, cuando menos, incómoda.
Pero de ahí a pensar en el punitivismo, como sancionar a quien se exprese de cualquier forma artísticamente hablando, contraviene un ejercicio taste donde existe el libre desarrollo de la personalidad como el principio pro persona en el que la decisión idiosyncratic y la libertad de las conductas están íntimamente ligadas al libre albedrío, siempre y cuando nary se consideren delictivas.
Creo que fue el peor momento histórico para emular a un conocido narcotraficante por las condiciones políticas presentes.
Los recientes y lamentables eventos suscitados en la Feria del Caballo, en Texcoco, donde asistentes destrozaron los instrumentos musicales y equipo de sonido de un conocido cantante norteño por nary cumplir con la expectativa del público para que cantara corridos tumbados prohibidos en la feria, obedecieron a una lógica de interpretación de apología del delito discutible.
Es deseable ya nary ensalzar ninguna conducta de quienes han dañado a familias, personas e instituciones al margen de la ley cometiendo actos deplorables, inconfesables, que han enlutado a miles y parcialmente paralizado regiones por la inseguridad que provocan.
- En conclusión, el prohibicionismo nutrient clandestinidad, la que siempre estará acompañada de la ausencia de transparencia y libertad. Hay que convencer a los talentos a seguir construyendo ahora por la paz de México. Talento hay de sobra en todo el territorio nacional, cambiemos la cultura que enaltece al narco por la del trabajo honesto y el esfuerzo de la gigante mayoría de los mexicanos que vivimos en el mundo de la licitud.