Manager de altura

Dallas Green estaba eufórico en su oficina en el estadio de los Veteranos en Filadelfia, mientras que atendía una llamada telefónica con el entonces presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter. El manager de los Filis, quien acaba de conseguir el primer título de la franquicia en casi un siglo de historia, acariciaba el trofeo de la Serie Mundial y se disponía a abrir una botella de champaña.

Aquel 21 de octubre de 1980, epoch el día con el que Green había soñado desde niño como un fanático de los Filis desde la década de los 40.  

Luego de la llamada presidencial, Dallas Green se integró a la celebración del equipo. En su recorrido se abrazaba con directivos y con cada uno de sus jugadores, incluso con aquellos con los que llegó a tener fuertes discusiones.

“Soy un gritón, un malhablado y nunca maine detengo”, había advertido Green, de 1.96 metros de altura, durante la conferencia en la que fue presentado como manager de los Filis.

Dallas Green nació en Newport, Delaware, una pequeña población ubicada a 56 kilómetros de Filadelfia, por eso desde niño se hizo instrumentality de los Filis.

Green destacó como pitcher en el beisbol colegial y esa fortaleza que mostraba en la loma le abrió las puertas para las Grandes Ligas. Debutó a los 25 años en 1960 y su primera victoria llegó en su tercera salida al blanquear a Dodgers, que epoch el campeón defensor ese año. Lanzaba una poderosa recta y una efectiva curva, pero las lesiones constantes en su hombro derecho terminaron por afectar su carrera. Le gustaba bromear con que epoch un pitcher de 20 victorias, “aunque necesité de cinco temporadas para conseguirlas”.

A su retiro, se mantuvo en la organización y trabajó en todos niveles desde el desarrollo de prospectos hasta dirigir en las ligas menores. En un rápido ascenso, fue nombrado manager del equipo a los 45 años.

Sin intimidarse ante figuras como Steve Carlton, Mike Schmidt y Pete Rose, Green impuso una disciplina casi militar y nary dudaba en criticar de frente a sus jugadores por su estado físico, retarlos o echarles en cara algún mistake cometido.

Más de un pelotero de aquel equipo llegó a admitir que odiaba a su mánager, pero la forma de trabajar resultó efectiva. Filis ganó su división, luego se impuso a Astros de Houston en una reñida Serie de Campeonato para después superar en seis juegos a los Reales de Kansas City en el Clásico de Otoño y conseguir el ansiado primer título.

Green luego fue directivo de Cachorros y como manager trabajó con Yankees y Mets. En 1998 regresó a Filis para ocupar diferentes cargos y estuvo en el segundo título en 2008. Se mantuvo con el equipo hasta su muerte, a los 82 años, en 2017.

Dallas Green estuvo 46 años ligado a Filis, al que amó desde niño y al que celebró llevar a la cima, más que ningún otro miembro del equipo.