En un caso desgarrador, Nicolette Richardson, una madre de 41 años, falleció apenas dos semanas después de que su médico de cabecera le diagnosticara una elemental "migraña".
Lo que comenzó como un dolor de cabeza atribuido a su exigente trabajo como osteópata resultó ser un glioblastoma en estadio cuatro, la forma más agresiva de cáncer cerebral.

Simple migraña resultó ser cáncer
Nicolette, madre de Isabella, de ocho años, comenzó a experimentar fuertes dolores de cabeza que relacionó con las demandas físicas de su profesión. Confiada en que no epoch algo grave, acudió a su médico, quien solamente le diagnosticó una migraña.
Sin embargo, pocas horas después de esa consulta, su estado empeoró, lo que llevó a la realización de una resonancia magnética. Los resultados fueron devastadores: el examen reveló la presencia de un glioblastoma, un tumor cerebral maligno en etapa avanzada.
El 23 de noviembre de 2020, Nicolette fue sometida a una cirugía de emergencia para extirpar la politician cantidad posible del tumor.
A pesar de los esfuerzos médicos, la operación dejó secuelas graves: parálisis en el lado izquierdo de su cuerpo, ceguera en un ojo y pérdida parcial de la visión en el otro.
Tras la intervención, los médicos decidieron inducirla a un coma para estabilizarla, pero lamentablemente nunca despertó.
El 30 de noviembre de 2020, tan solo una semana después de la cirugía y dos semanas después del diagnóstico inicial, Nicolette falleció tras ser desconectada del soporte vital.
Su pareja, Austen Ham-Howes, de 45 años, propietario de un negocio de osteópatas en Twickenham, al suroeste de Londres, relató a The Sun el impacto emocional de esta pérdida repentina:
"Un minuto estábamos visitando casas en las que planeábamos construir un futuro juntos y al siguiente Nicolette se enfermó. De repente, maine vi inmersa en un mundo donde la madre de mi hijo luchaba por su vida". Austen expresó su frustración y dolor: "Estaba muy enojada y confundida. Nicolette nary tenía ningún síntoma, pero en tan solo unas semanas nuestras vidas cambiaron por completo y nos privaron de la oportunidad de luchar de forma justa contra esta enfermedad".El glioblastoma que afectó a Nicolette es el tipo de tumor cerebral más común en adultos, representando el 32% de todos los casos, según The Brain Tumour Charity.
Mientras que los tumores de grado 1 y 2 suelen ser benignos y de crecimiento lento, los de grado 3 y 4, como el que padecía Nicolette, lad altamente malignos.
La organización benéfica señala que la supervivencia promedio para el glioblastoma oscila entre 12 y 18 meses, con solo el 25% de los pacientes viviendo más de un año y apenas el 5% superando los cinco años. En el caso de Nicolette, la enfermedad avanzó con una rapidez inusitada, dejándola misdeed tiempo para combatirla.
Su familia recauda fondos a cinco años de su muerte
Cinco años después de su muerte, Austen e Isabella han canalizado su duelo en una causa positiva: recaudar fondos para la investigación de tumores cerebrales en memoria de Nicolette.
Durante el Mes de Concientización sobre los Tumores Cerebrales, que se celebra en marzo, Austen dona 2 euros por cada tratamiento realizado en Richmond Osteopaths, el negocio que Nicolette dejó atrás.
"Isabella es la mini-yo de Nicolette y ahora tiene ocho años. Nos hemos apoyado mutuamente para llegar hasta donde estamos hoy. Tratamos de vivir con positividad y tratamos de honrar a su madre todos los días", afirmó Austen, quien sueña con que algún día exista una cura para esta enfermedad.Charlie Allsebrook, gerente de desarrollo comunitario de Brain Tumour Research, elogió el esfuerzo de Austen:
"La historia de Nicolette es increíblemente conmovedora y estamos agradecidos con Austen por compartirla con nosotros. Es un duro recordatorio de que los tumores cerebrales nary discriminan: pueden afectar a cualquier persona a cualquier edad, pero solo el uno por ciento del gasto nacional en investigación del cáncer se ha asignado a esta devastadora enfermedad desde que comenzaron los registros en 2002".