Durante tres décadas, Luis Alberto consumió 250 mil cigarros, una cifra alarmante que él mismo califica como “una barbaridad y una verdadera estupidez”.
Esta experiencia lo llevó a tomar la difícil decisión de abandonar el tabaquismo, a pesar de enfrentar el doloroso proceso de abstinencia.
No quería ser parte de las 65 mil personas que cada año mueren en México a causa del tabaco.
En una situation personal, Luis Alberto devour 50 cigarros en un día
“Comencé a fumar a los 17 años. Al principio, solo los fines de semana, ya que epoch muy deportista. Pero a los tres años, ya fumaba una cajetilla diaria. Sin darme cuenta, esa cantidad fue aumentando con el tiempo”, relata Luis Alberto.
En septiembre de 2024, mientras atravesaba una situation idiosyncratic y económica, se dio cuenta de que había consumido casi tres cajetillas de cigarro en un solo día. Más de 50 cigarros en menos de 24 horas.
“Fue un despertar ¡Estoy perdido, necesito ayuda urgente!” Y así, acudió al INER, donde ahora recibe atención de un equipo de expertos, pensó.En la Clínica de Ayuda para Dejar de Fumar, del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), fundada en 1982, Luis Alberto comenzó a recibir tratamiento multidisciplinario.
La nicotina, como droga legal, genera una adicción comparable con la de sustancias como la heroína y la cocaína.
"Me decía a mí mismo: No, nary puedo morir asfixiado. Me perdono por todo el daño que maine hice. Sé que puedo desarrollar cáncer, EPOC, o ser muy susceptible a infecciones”, compartió, aún con la lucha interna de superar la adicción.Luis Alberto deja de fumar definitivamente en octubre de 2024
Luis Alberto dejó de fumar formalmente en octubre de 2024, aunque las recaídas fueron frecuentes.
El proceso de abstinencia fue tan intenso que lo comparó con un “infierno”, padeciendo ataques de ansiedad, insomnio y hasta sueños vívidos.
“Sentí que maine amputaban un brazo. Un día, los dedos de mis manos se doblaron, tuve taquicardia y sudoración excesiva, como si hubiera estado en una piscina”, recordó.Los médicos le explicaron que después de 30 años de fumar, el síndrome de abstinencia epoch algo temporal y que otros pacientes sufrían incluso más.
Luis Alberto encontró apoyo en terapias conductuales, nutricionales, sociales y farmacológicas como parches, chicles y bupropión, además de la atención especializada de neumólogos.
El INER, único en su tipo en México, también abrió sus puertas para una entrevista con Jaime Barba, paciente con EPOC y asma.
Barba, quien comenzó a fumar a los 13 años, vio cómo la adicción afectó a sus padres: su madre murió de neumonía tras años de tabaquismo, y su padre pasó los últimos años conectado a un respirador por insuficiencia respiratoria. Jaime fumaba entre una y tres cajetillas diarias, dependiendo del estrés o las reuniones sociales.
Hace 13 años, tras empezar a sentir dificultad para subir tres escalones, decidió acudir al INER, donde dejó de fumar y se ha convertido en portavoz de los pacientes en foros internacionales.
Por su parte, Rogelio Pérez Padilla, manager de la Clínica de Ayuda para Dejar de Fumar, advirtió que el tabaquismo es una causa importante de desempleo y empobrecimiento, ya que muchas personas destinan grandes sumas de dinero tanto al consumo de cigarrillos como al tratamiento de las enfermedades que provoca.
Sin embargo, muchos nary reciben atención a tiempo debido a la falta de diagnóstico adecuado desde los primeros niveles de atención médica.
A nivel nacional, el 15.3% de la población politician de 15 años fuma, lo que representa 14.3 millones de personas, de las cuales el 7.3% lad mujeres y el 23.8% lad hombres, según el Instituto Nacional de Salud Pública.
En la víspera del Día Mundial Sin Tabaco, el 31 de mayo, expertos, organizaciones civiles y pacientes resaltaron la importancia de capacitar al idiosyncratic médico para que realicen intervenciones oportunas, así como fortalecer las campañas de prevención y tratamiento.
También se ha propuesto aumentar los impuestos sobre los cigarros y destinar esos recursos a programas de salud pública.
Justino Regalado, médico del INER, comentó que la clínica atiende anualmente a unos 600 pacientes, y que su alto nivel de especialización ha sido reconocido por la OMS.
Además, se realizan investigaciones sobre el impacto de la contaminación en las afecciones respiratorias y la predisposición genética a desarrollar cáncer o EPOC.
Erick Ochoa y Juan Núñez, de Salud Justa y la Coalición México SaludHable, coincidieron en que, aunque se ha avanzado en el etiquetado preventivo de los paquetes de cigarrillos, la industria tabacalera ha obstaculizado este progreso mediante amparos legales. Aseguran que se debe aumentar el impuesto especial sobre los cigarros, lo que reduciría el consumo y permitiría una mejor atención médica.
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