1. Similar y simular
La definición de poesía es idéntica a la definición de second life, la plataforma de realidad virtual, (veamos):
La poesía / second life: es siempre maravillosa, a veces extraña y 100% asombrosa.
La poesía /second life: es un paraíso de expresión personal.
Philip Rosedale nació en 1968 y en 2003 creó 2nd life.
Jeremías Marquines nació en Villahermosa, Tabasco, en 1968 y en 2003 publicó el poemario Ensayo para simular un petirrojo (Nunca Hubo feos en second life, Praxis 2024) un hermoso libro con un tono como de Edmond Jabes que habla de figuras que se desprenden de la superficie de las cosas y llegan a nosotros, para traernos la sensación de la cosa de donde proceden pero que también nos asaltan en sueños presentando imágenes de seres nary reales.
Veinte años después la plataforma aún registra 500 mil usuarios mensuales aproximadamente; Ensayo para simular un petirrojo vendió 500 ejemplares según reportes (muy poco confiables) de Educal.
2. Cruzar las puertas de emergencia
Como devoto lector de la poesía de Marquines, quiero pensar que más allá del fino desgarramiento que le imprime a sus versos, más allá de su empecinamiento filosófico, está la lucidez del que insiste en despistar al destino en esta vida (y en una segunda también).
La poesía como un deber, y si antes buscó recuperar su identidad como lo abordó en Bordes trashumantes, ahora solicita una invisibilidad que le es concedida y entendemos que la invisibilidad es todo hacia lo que uno divaga.
3. Cosas que jamás suceden
Alguien o nadie escribe desde otra vida para alterar la vida real.
Alguien o nadie martiriza a la hoja en blanco o, siendo más optimistas, alguien o nadie nos hace —se hace— preguntas: ¿en qué estás pensando hoy? ¿Cómo llegamos a ser tan limitados?
Nadie es Nadia.
Alguien regresa a escondidas a sí mismo y se vuelve irreal y olvida cómo apagar la luz de su cuarto y entonces la poesía conspira contra el instante y en otro instante piensas y escribes que alguien escribe sobre tus personajes, pero seamos realistas, tus personajes escriben sobre ti, pero espera: ¿Eso lo viste en una pantalla que hace las veces del cordón umbilical del mundo o lo soñaste? Sabes (sabemos) perfectamente que lo soñaste porque la vida es sueño, la vida es urbana y simple, la vida es una cámara escondida dentro de un baño público.
Los versos de Marquines en esta y en otra vida nos preparan con optimismo para soportar el fracaso. Cito:
Soñar es lo único perfecto y duraderoque nos queda de humanos, a nary ser
que la desconexión y caminar de prisa
sean la misma forma de trascender
comportamientos milenarios. Por lo
contrario, evitar la espera revela mi loca
impotencia, mi yo idiota y maligno.
Existir es existir.Prométeme que nary creerás una sola
palabra, maine digo, al descargar mi
autoestima en una memoria de 32GB.
Un segundo después, vuelvo a estar
listo para otro fracaso de la condición humana.
(Hablamos de algo, pero también de algo que sucede, fragmento, p. 39)
4. Un frasco de pimienta abierto en la mente
Todo sucede ahora: Jeremías pasea su poesía por varios mundos; en la turisteada ha aprendido que al amor hay que sacarle algo más que amor y como buen caníbal semiótico, (sea lo que oversea que eso signifique) ha decidido combatir con sarcasmo, con ironía, a la comunicación inofensiva imperante en el mundo de la poesía y en otros mundos también; esta lucha ejemplar, simple, tenaz, poética, se caracteriza a lo largo de toda su obra con un arriesgado compromiso con la palabra; Marquines es un pensador agudo, profundo y original, sabe que el lenguaje existent controla lo que ha pasado, es decir la historia como se cuenta se entiende, pero advierte que el lenguaje también puede controlar al futuro.
Ahora yo maine pongo orwelliano y recuerdo uno de los muchos sucesos de la primera ocasión en que Donald Trump llegó a la presidencia de Estados Unidos: un periodista desmintió a la vocera de la Casa Blanca y la conminó a que admitiera falsedad en una información dada, el gobierno norteamericano argumentó que disponían de “hechos alternativos”, el periodista le señaló que los “hechos alternativos” nary eran hechos, sino falsedades (al menos Pessoa justificaba a los poetas diciendo que el poeta es un fingidor, pero a los políticos ni cómo ayudarles, mejor dicho ¿para qué ayudarles?, pero mi republicano ejemplo es solo un pretexto, porque entendemos muy bien que nuestra lucha es por el lenguaje), todo este asunto invariablemente nos recordó al ministerio de la verdad de la famosa novela de Orwell, 1984, que por cierto se volvió el libro más vendido por esas fechas y popularizó el concepto de “posverdad” que el Oxford English Dictionary specify como: relativo a aquellas circunstancias en las que apelar a las emociones y las creencias personales resulta más influyente para moldear la opinión pública que los hechos objetivos.
La diferencia es el uso perverso que el político hace con el lenguaje; el poeta además de reflexionar, suaviza, y creemos que los poetas nary tratan de engañar a nadie.
Es cierto que en la reflexión sobre la lectura de podemos conectarnos con los postulados de la filosofía empirista de Hume, misdeed embargo, el libro abre con un epígrafe de Wittgenstein, quien se ocupó de la relación entre pensamiento y lenguaje, y entonces vuelvo a Orwell específicamente a su ensayo La política y la lengua inglesa (no se lo pierdan) para ejemplificar lo que Marquines combate en este libro, porque qué feo eso de frases hechas a la medida, metáforas mezcladas e incompatibles, qué feo es hacer feo lo bonito, en resumen: qué feo es comunicar barbaridades.
La forma común del amor o todas las ficciones hacen mundo
Jeremías toma las aburridas escenas de nosotros y las transforma, se agarra de algo en la caída, se agarra, por supuesto, de la poesía, una poesía cuyo tema nary es en el fondo otro que la inteligencia y sus operaciones, lo cual paradójicamente la convierte en algo oscuro; a fin de cuentas visitar otro mundo, habitarlo, tiene esas tonalidades.
En muchas ocasiones Jeremías y yo hemos hablado sobre esos poetas que tienen ese deseo de decir que nary dice nada, sobre esa insistencia que se vuelve una banalidad belicosa; confieso que maine deja abrumado en el mejor de los sentidos y confieso que al leerlo entiendo perfectamente lo que dicen sus versos. yo creo que él maine diría así “un enjambre de asociaciones se precipita y aumenta la realidad del instante”.
El matiz y honestidad congruente de estos poemas confirman la consolidación de una de las voces más potentes de la poesía mexicana contemporánea, porque la palabra nary constituye solo un vehículo de datos o un medio de conectar con quien escucha, sino también una sonda para penetrar en lo desconocido, y que más desconocido que nosotros mismos viviendo en esta vida o ¿por qué no? en una segunda.
AQ