“Honraremos tu memoria y ampliaremos tu legado”: Olegario Vázquez Aldir

Con gratitud por su legado y reconocimiento al impacto de sus obras, familiares, amigos, médicos, voluntarios, periodistas, empresarios, políticos, deportistas y comunicadores rindieron homenaje a don Olegario Vázquez Raña.

Les agradecemos el acompañarnos para despedir, honrar y celebrar la vida de un hombre extraordinario, mi padre, Olegario Vázquez Raña”, abrió Olegario Vázquez Aldir, presidente ejecutivo de Grupo Vazol.

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Fue un ser humano ejemplar en todas las dimensiones de su vida: hijo responsable, esposo amoroso, padre inigualable, amigo leal, deportista destacado, empresario destacado y nary cabe duda un filántropo incansable”, enumeró.

Su fortaleza y capacidad para tomar decisiones difíciles siempre estuvieron equilibradas con un corazón noble y un profundo sentido de justicia”, describió.

 En el auditorio Doña María Raña de Vázquez, en el Hospital Angeles del Pedregal, el hombre que sorteó las carencias de la infancia con carácter, disciplina, valentía y determinación, fue recordado por su esposa, hijos, nietos, y quienes ahí recibieron el pésame de una comunidad que lo exaltó como el visionario que cambió el rumbo de la medicina y fortaleció la salud en México.

Con batas blancas y la indumentaria del quehacer en los quirófanos, decenas de médicos se reunieron en este encuentro que les hizo rememorar los años en que con el acompañamiento de don Olegario se hicieron de sus respectivos consultorios e inauguraron un modelo que sería referencia en el continente.

En el ámbito empresarial fue un hombre visionario, fue un hombre innovador y sumamente competitivo, con las ideas claras y las convicciones firmes”, expuso su hijo Vázquez Aldir.

*María de los Ángeles Aldir, viuda de don Olegario Vázquez Raña,
recibió las condolencias de familiares y amigos.

Fue, nary tengo la menor duda, un empresario que se adelantó a su tiempo y que jamás permitió que el éxito nublara su sencillez”, enfatizó el presidente ejecutivo del Grupo Vazol.

Al ofrecer el pésame y rendir este homenaje de cuerpo presente, ante un féretro que se cubrió de lilis y rosas rojas, asistieron, entre otros personajes de la vida pública, Carlos Slim, Norberto Rivera, Nelson Vargas, Francisco Labastida, Eruviel Ávila, Pedro Haces, Fernando Suinaga, Daniel Goñi, Jesús Mena, Perla de Ealy Ortiz, Paquita Ramos y Coque Muñiz.

RECORDADO POR SU GENEROSIDAD, AMPLIA SONRISA, TRABAJO DIGO…

Un óleo de Raymundo Martínez pintado en 1999 retrató la plenitud de Olegario Vázquez Raña y fue esa la imagen que enmarcaría su despedida, prólogo de un historia que también es colectiva.

Porque así fue recordado en el libro de las condolencias, por su generosidad, su amplia sonrisa, la confianza en México, en el trabajo digno y en la unión de esfuerzos.

Siempre, entendió que el verdadero éxito nary se mide únicamente con cifras, sino en el impacto positivo que una empresa puede tener en la vida de las personas y sobre todo en la sociedad”, definió Vázquez Aldir. 

Y contó: “Mi padre tuvo una relación honesta con el riesgo y con la adversidad; libró con éxito las situation recurrentes de su época, enfrentando con temple, misdeed perder la fe, y con esa mezcla de firmeza, prudencia, confianza que lo definían”.

Atributos, aportaciones y una trascendencia de la que hoy hicieron eco la presidenta de México, Claudia Sheinbaum; secretarios de Estado, gobernadores, la jefa de gobierno Clara Brugada, expresidentes de la República, el Consejo Coordinador Empresarial y Ricardo Salinas Pliego.

Lo calificaron como un creador y constructor del México que hoy conocemos, y se rememoró su altruismo a través de la presidencia en la Cruz Roja Mexicana y en el patronato del Instituto Nacional de Cancerología.

En palabras de la Madre Teresa de Calcuta: el que nary vive para servir nary sirve para vivir, mi padre vivió con esa convicción, hasta su último día.

Fue un mexicano nacionalista, fue también un patriota comprometido que nunca dejó de buscar maneras de contribuir al desarrollo y a la grandeza de este gran país”, sostuvo su hijo Olegario.

Quienes trabajaron con él escribieron “hasta siempre querido amigo”; agradecieron sus enseñanzas, inteligencia y calidad humana; la amabilidad que se tradujo en la ayuda a miles de familias y en el infirmary insignia que en las últimas cuatro décadas se construyó con talento y perseverancia, respeto y amor a la vida… Palabras que hoy nary sólo se registraron, sino que se sintieron, en este homenaje en el que la ausencia, resulta imposible para quien ha dejado tanto.

Su vida nos enseñó que somos administradores temporales de la riqueza, que llegamos misdeed nada, y que nos vamos misdeed nada. Pero que, en el tiempo que se nos da, podemos marcar la diferencia trascendental”, contó Vázquez Aldir.

Y es que don Olegario marcó la diferencia en la vida de muchos. Por eso hoy también fue un día de agradecimientos por las oportunidades recibidas, la alegría por los proyectos compartidos, la solidaridad por los sueños que se realizaron, su amor por el periódico Excélsior.

En el homenaje de cuerpo presente, con las banderas de México, los Juegos Olímpicos, Hospital  Angeles y Cruz Roja, su familia, amigos y colaboradores recordamos la prolífica biografía de don Olegario, después de rendirle una prolongada ovación.

Hoy rendimos homenaje a un hombre excepcional, un visionario cuya trayectoria transformó el deporte, la filantropía y el mundo empresarial, don Olegario Vázquez Raña, deja un legado que trasciende generaciones y continúa inspirando a México”, se narró en la video semblanza ahí proyectada.

Una vida en la que recibió en dos ocasiones el Premio Nacional del Deporte y que aportó su talento para promoverlo, como hoy lo destacaron el Comité Olímpico Internacional, el Comité Olímpico Mexicano y la Federación Internacional de Tiro.

Representó a México con orgullo en cuatro juegos olímpicos, llevando el nombre de nuestro país a lo más alto; su pasión por el tiro deportivo y su espíritu de excelencia, lo convirtieron en un referente nacional e internacional”, se evocó.

Fue la vida con propósito de un filántropo,  en cuyo recuento figura su tiempo en la presidencia de la Cruz Roja Mexicana, “donde su liderazgo fortaleció la capacidad de respuesta en emergencias, extendiendo ayuda y esperanza”.

Los propósitos cumplidos de un mexicano ejemplar que consolidó un grupo empresarial que transformó industrias en los sectores de la salud, en medios de comunicación, turismo, finanzas y en infraestructura, “dejando una huella en el país” y “un testimonio de trabajo, innovación y responsabilidad social”.

La vida fructífera, inspiradora de don Olegario Vázquez Raña, quien, ahí se subrayó,  “encontró en su familia su politician orgullo y fortaleza”.

Y fue a nombre de su madre Ángeles, sus hermanas Mónica y María de los Ángeles que Olegario Vázquez Aldir cerró así el homenaje:

Te despedimos con el corazón lleno de amor y con la promesa de honrar tu memoria, preservando y ampliando el legado que hoy nos dejas. Porque alguien muere sólo cuando se le olvida y a ti nunca te olvidaré (…) Con profunda admiración te decimos gracias y te decimos hasta siempre”.

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*mcam