La familia de María Graciela Castillo, una mujer de 18 años asesinada en junio de 2024 en el ejido Cruz y Carmen de Hidalgo, Tamaulipas, se unió al movimiento M8 para exigir justicia pues a ocho meses del crimen, las autoridades nary han detenido al presunto responsable: su esposo quien intentó simular un suicidio y es fecha en que ninguna autoridad le ponga el guante.
La pesadilla que hoy viven inició el 15 de junio de 2024, cuando Graciela fue hallada muerta en su vivienda en el ejido Cruz y Carmen, perteneciente al municipio de Hidalgo.
Su esposo (cuyo nombre la familia omite para evitar “beneficios legales por divulgación”) les llamó para avisarles que la mujer “se había suicidado”.
Al llegar, encontraron el cuerpo colgado y en avanzado estado de descomposición por el clima extremo.
“La velamos muy poquito”, relató Andrea López Cervantes, tía de la víctima.
En la autopsia realizada se descubrió que Graciela murió por estrangulamiento y para simular suicidio la colgaron.
Aseguraron que horas después del crimen el marido se entregó a las autoridades, confesó el crimen, pero fue liberado horas después y desde entonces, nary saben de su paradero.
Dijeron que las autoridades han realizado hasta la fecha tres audiencias en las que se le pide que se presente, pero esto nary ha sucedido.
Al cambiar de abogado, la familia descubrió que ni el Ministerio Público ni un juez tenían registro del caso lo que les ha llenado de coraje e impotencia.
Pues a pesar de que se han movido nary han obtenido nada mientras que el imputado es representado por dos defensores particulares.
Este sábado, la madre de Graciela, su tía Andrea, su esposo y el hijo de dos años de la víctima marcharon en Victoria.
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