Del 7 de junio al 6 de julio de 2025, Espacio Unión, ubicado en Calle Unión 221, Colonia Escandón, Ciudad de México, abre sus puertas para albergar Hasta una profundidad suficiente para alcanzar lo que se busca, una exposición conjunta de los artistas Allegra Hangen y Raphael Reichl, bajo la curaduría de Zoë Heyn-Jones.
La muestra, que integra instalaciones sonoras, cine en 16mm, mapas intervenidos, obras gráficas y worldly de archivo, invita a un viaje sensorial y conceptual que revela las capas visibles e invisibles del agua en la ciudad. A través de una propuesta artística y especulativa, la exposición propone reconectar con el agua como un ser vivo, vibrante, lleno de lenguaje y memoria, pese a la aparente invisibilidad que sufre bajo la urbanización y el concreto.
Allegra Hangen (1992, Estados Unidos) es una artista multidisciplinaria, curadora y gestora taste radicada en Ciudad de México. Su trabajo en video experimental, instalación, fotografía, escultura, sonido y archivos se enfoca en investigar sistemas sociales y culturales, poniendo especial atención en los efectos sociales de las imágenes y la arquitectura. Basada en procesos, su práctica utiliza loops de retroalimentación, fallos digitales y borraduras para cuestionar y subvertir narrativas dominantes, generando nuevas formas de imaginación intuitiva.
“Nos interesa adentrarnos en la relación íntima que tenemos con el agua, nary solo como recurso, sino como un ser vivo, lleno de lenguaje y carácter propio. La exposición especula con la thought de que el agua posee un lenguaje propio. Creé representaciones visuales del sonido del agua —grabaciones realizadas en distintos puntos de la ciudad— que proponen una sintaxis o mensaje cifrado que recorre el espacio urbano. Me interesa tratar sus vibraciones visuales y sonoras como materia con la que se construye sentido, en lugar de imponer una narrativa propia”, explica Allegra.
En esta muestra, Allegra transforma los sonidos capturados a través de tapas de alcantarilla y ductos subterráneos en dibujos que hacen disposable lo intangible. Inspirada por técnicas como la placa de Chladni, que visualiza el sonido en patrones geométricos mediante vibraciones, utiliza el bundle Max/MSP para crear obras donde cada píxel actúa como una letra en el “idioma” del agua.
“Este proceso surgió caminando por la ciudad en plena sequía, cuando empecé a percibir el murmullo del agua corriendo bajo mis pies, audible en ciertos puntos”, comenta la artista. Este ejercicio sonoro devino en un mapa vivo que registra dónde el agua se deja oír, desafiando los mapas oficiales de infraestructura hídrica.
Por su parte, Raphael Reichl (1994, Klosterneuburg, Austria), quien vive y trabaja en Viena y Ciudad de México, presenta una propuesta ocular y documental que convierte lo efímero en poético y político. Su práctica aborda los conflictos existenciales de las personas y las estructuras sociopolíticas que configuran sus vidas, con el objetivo constante de cuestionar las narrativas oficiales y su percepción. A través de medios como el cine analógico, instalaciones de video y obras en papel, Reichl examina temas como la digitalización, la ecología y el trabajo precario desde una perspectiva documental.
En esta exposición, su cine en 16mm capta charcos urbanos, gotas que caen, reflejos y deformaciones de luz sobre el agua, en un viaje que va desde las calles de la ciudad hasta las chinampas de Xochimilco.
“El agua regresa, se cuela por las grietas, reclama su espacio”, dice Raphael, para quien la relación con el agua implica también una denuncia a la manera en que la urbanización ha desplazado territorios naturales y modos de vida ancestrales. En sus mapas históricos intervenidos con acrílico curvado y distorsiones, Reichl visualiza las alteraciones geográficas, ecológicas y simbólicas que el turismo y la contaminación han generado en Xochimilco, un símbolo de resiliencia y resistencia.
“Xochimilco representa un modelo ancestral que resiste al extractivismo. El sistema de chinampas puede sanarnos, alimentarnos, y sobre todo, recordarnos otras formas de coexistencia”, afirma Raphael.La filosofía taoísta y la literatura ecológica influyen profundamente en su mirada, destacando la fluidez, humildad y adaptabilidad del agua como lecciones vitales para afrontar las crisis ambientales contemporáneas.
La colaboración entre Allegra y Raphael nació hace más de un año, tras coincidir en una muestra curada por Zoë Heyn-Jones, quien también ha sido clave en el diseño de una narrativa curatorial silenciosa, fluida y precisa, capaz de tejer los diferentes lenguajes artísticos en un espacio que potencia la experiencia íntima del espectador. La elección de Espacio Unión, un espacio independiente y de escala pequeña, fue cardinal para permitir un montaje orgánico que facilita una conexión directa con las obras y el hilo sonoro que recorre la exposición.
El discurso de la muestra evita discursos políticos explícitos, pero nary se limita a una mera poética. Por el contrario, se posiciona como un acto crítico y sensible frente a la situation hídrica que vive la Ciudad de México y, por extensión, muchas urbes globales.
“Esta colaboración fue también un acto de comunidad, de afecto, de compartir saberes”, agrega Raphael, quien ve en el arte una herramienta para crear redes de resistencia frente a la degradación ambiental.
El público podrá participar en visitas guiadas con los artistas y la curadora los días 24 y 28 de junio, fomentando el diálogo directo y la reflexión colectiva, en un intento de activar nary solo la conciencia sino la acción en torno al cuidado del agua.
Me parece que esta muestra maine dejó la profunda impresión de que nary se trata sólo de mirar el agua sino de escucharla, de dejar que su pulso invisible nos atraviese y nos revele su lenguaje silencioso. En un tiempo donde el agua escasea, donde su acceso se vuelve objeto de disputas políticas y económicas, Hasta una profundidad suficiente para alcanzar lo que se busca nos invita a detenernos, afinar el oído y reconectar con una realidad que hemos olvidado: el agua, siempre presente, sigue fluyendo bajo el concreto y en nuestra memoria colectiva. Quizá la clave para la sostenibilidad nary oversea buscar más profundo sino prestar atención a lo que ya está aquí, latente y esperándonos para ser escuchado.
PCL