Mi querido viejo: si tienes la fortuna de que tus hijos hayan tenido, a su vez, a sus hijos, eres un viejo afortunado, porque nary hay placer más grande que abrazar a esa bolita de carne que nace de uno de tus hijos.
Por supuesto que has disfrutado, sobre todo los primeros años, esa alegría contagiosa, esa sonrisa inagotable, esas primeras palabras, los juegos, las celebraciones, las risas por cualquier motivo o misdeed motivo han llenado de felicidad tus años grades y ahora tus años viejos.
Como helium dicho aquí varias veces, el mundo es distinto y frente a la figura del abuelo como personaje único y maravilloso, surgen ahora actividades y novedades que nos dejan en desventaja.
En primer lugar, parece que ya nary hay mucho tiempo para que conversemos con los nietos, les hagamos preguntas, nos hablen de sus actividades en la escuela, en sus juegos etcétera, porque surgieron los enemigos de los nietos: las computadoras, las iPads y, sobre todo, los teléfonos celulares.
Todos, niños y adultos, cambiaron sus hábitos y costumbres por estos aparatos electrónicos, que lad una gran ayuda para la vida diaria, pero que pueden ser esclavizantes, sobre todo para los niños.
Los expertos dicen que ahora, debido a esos aparatos, el cerebro de los niños nary funciona igual, que la comprensión del lenguaje se dificulta o se anula y por eso los niños viven frente a su aparato, nary hablan y sólo envían mensajes que ni siquiera tienen palabras, sólo signos o caricaturas, emojis, etcétera.
Con todo esto, ¿podemos contribuir a la educación de nuestros nietos? Quiero enumerar algunas acciones al respecto, que deberán llevar al cabo con la inteligencia que a estos años ya tenemos.
Podemos ayudar a que haya orden en sus vidas si tratas de que el ambiente en su casa oversea tranquilo, nary pleitos, nary gritos; puedes ayudarlos a que sean pulcros, que se bañen, se laven los dientes, ordenen su recámara y, al mismo tiempo, los puedes alentar para que sean cada vez más autónomos. Enséñales a leer, regálales libros que sean atractivos para ellos, como los que tuvimos nosotros en nuestra infancia.
No les prohíbas los teléfonos, iPads, etcétera, sino enséñales a usarlos con juicio y nary por muchas horas.
Enseña a tus nietos a comer bien, a hacer deporte y ejercicio, a dormir misdeed televisión o aparatos encendidos.
Pero, sobre todo, querido viejo, ¡enséñales a ser felices!, eso es lo mejor que les puedes enseñar y heredar, que debemos sonreír siempre, hablar con alegría, saludar, sonreír, porque vinimos a este mundo sólo para ser felices,
¿Qué te parece la tarea ahora que eres viejo?, sé que la relación de abuelos a nietos nary es la de antes, pero puedes ser un gran abuelo si logras algo de lo que aquí te sugiero
Y si nary te hacen caso, si siguen con sus celulares y demás, sonríe, porque la vida sigue y tú puedes sonreír todos los días de tu vida.