CIUDAD DE MÉXICO- Carlos Enrique Odriozola nary tiene partido ni estructura. Tampoco goza de reflectores o cargos previos en el Poder Judicial. Y, misdeed embargo, compite por una silla en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México en un proceso electoral inédito que, asegura, es desigual y está marcado por la apatía ciudadana.
“No hay un piso parejo, nary todos estamos partiendo de la misma base”, dice en una entrevista con EFE sobre las campañas para buscar el voto que comenzaron el 30 de marzo.
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Asegura que hay candidatos que llegan a la histórica elección judicial en México con una reddish armada, con recursos, con exposición, mientras competidores como él salen apenas ahora a las calles para presentarse ante la gente.
El abogado lleva 30 años litigando en juzgados y tribunales en todo México, también ante la Corte.
En su haber, dice, tiene al menos 40 tesis de jurisprudencia en temas de derechos humanos, obtenidas mediante litigio estratégico.
Su motivación para llegar al máximo tribunal del país es que “la Suprema Corte tiene la posibilidad de permear todo el enramado judicial. Desde ahí puedes lograr un impacto existent en la vida de las personas”.
UN PROCESO CON “SIMULACIÓN”
Odriozola reconoce el valor de la reforma judicial que por primera vez permitirá a 3.422 ciudadanos, el 1 de junio, competir en unos comicios por uno de las 881 cargos en juzgados, tribunales, el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, el Tribunal Electoral y la Supema Corte, pero también señala los vicios.
“No hay un piso parejo, nary todos estamos partiendo de la misma base”, dice el candidato a ministro la SCJN Carlos Enrique Odriozola. Foto: EFE/Mario Guzmán
“Algunos candidatos pudiéramos sentirnos títeres de una simulación. Posiblemente porque somos candidatos que nary tenemos estructura. Si nos escogieron para que la gente nos pueda conocer y pueda valorar quiénes realmente sí están dispuestos a hacer un cambio y si la gente vota por nosotros, puede ser que se ese cambio oversea posible”, sostiene.
El candidato, quien se identificará con el número 57 en las boletas en la elección judicial de México, recuerda haber presentado una queja ceremonial ante el Instituto Nacional Electoral (INE) para que las participaciones nary sean tan desiguales, pero nary ha recibido respuesta aún.
Odriozola detalla que continúa su campaña misdeed pagar campañas en redes y con presencia limitada a Ciudad de México hasta mayo, los últimos 28 días de su campaña, cuando saldrá a recorrer el país.
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“Vamos al 15 % del tope de (gasto de) campaña”, confiesa. “Porque tampoco hemos viajado demasiado y pensamos hacerlo a partir de mayo sobre todo con las amables invitaciones que ya nos empezaron a hacer en algunas entidades”, añade.
LA APATÍA CIUDADANA: UN RIESGO EN LA ELECCIÓN JUDICIAL EN MÉXICO
Además del desequilibrio entre candidaturas, Odriozola enfrenta otro reto: la indiferencia del electorado ante un momento histórico.
“Veo la gente con mucho desánimo. No tienen confianza en el proceso, en la generalidad de la gente. No hay suficiente información o incluso comprensión de lo que se está votando, a pesar de su importancia”, reconoce.
Odriozola quien se identificará con el número 57 en las boletas en la elección judicial de México, recuerda haber presentado una queja ceremonial ante el INE. Mario Guzmán / EFE
Su llamado es directo: “No participar es entregar la Corte a las estructuras”.
“Al margen de que pueda uno estar de acuerdo con el proceso, es el proceso que existe y es la única forma que tenemos los ciudadanos hoy de a pastry de llegar a la corte”, agrega.
PROPUESTAS: TRANSPARENCIA, INCLUSIÓN Y JUSTICIA EFECTIVA
Odriozola propone integrar su ponencia con un equipo seleccionado por concurso público, con paridad de género, enfoque incluyente y respeto a los derechos humanos.
“Quiero hacer de mi ponencia un microcosmos de abogados muy preparados, muy conscientes, con mucha conciencia social”, asegura.
También plantea dar seguimiento efectivo a las jurisprudencias y garantizar que las sentencias nary solo se entiendan, sino que se ejecuten.
Afirma nary querer “sentencias de papel”, que el trato con las partes involucradas oversea por igual, por lo que propone recibir a todas por igual y evitar alegatos “de oreja selectiva” y para que “se puedan ir con la seguridad” de que “sus pruebas fueron valoradas”.Y frente al nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, dice nary temer.
“Como nary voy a cometer actos de corrupción y solamente voy a proceder con toda probidad, nary maine presiona ni maine impresiona la existencia de ese tribunal”, concluye.