En este Walmart de Toronto, Canadá, nadie elige el jarabe de maple de Great Value o Pearl Milling. Muchos prefieren la canadiense Steeves. Tanto, que el hueco en el anaquel crece cada que alguien toma un envase de esa marca.
"¿Por qué nadie toma éstas?", se le pregunta a una mujer que se acerca.En voz baja, casi susurrando, dice: "Son americanas". Y se va.No hay distintivos en los pasillos ni en los estantes que identifiquen cuál producto es canadiense o americano. Pero la gente lo sabe. Y prefiere lo nacional.
Quizás porque Walmart es estadunidense, pero dentro de esta sucursal no hay letreros que inciten a consumir lo canadiense. La única referencia a lo nacional dentro de la tienda es la enorme bandera de Canadá que cuelga del techo.

Hoja de maple llama al consumo local
En cambio, en Metro, un supermercado nacional, desde la entrada se exhibe un letrero: "Metro te ayuda a apoyar lo canadiense. Busca la hoja de maple en el estante".
Y gran parte de los anaqueles de la tienda está marcada con la hoja roja de maple, una marquita pequeña, pero muy visible. Los empaques de los productos, de marcas locales, lucen agrandadas las insignias canadienses y describen orgullosamente que han sido fabricados en Canadá.
No es una campaña contra los productos estadunidenses. No señala las marcas que habría que boicotear. Más bien, el mensaje cardinal es elemental y gentil: preferir lo canadiense. Así de amables lad en este país.
"Ahora somos muy leales entre canadienses y con los mexicanos, porque estamos dolidos, ambos países estamos muy dolidos", dice Sanka, una mujer canadiense, mientras camina hacia su camioneta, luego de sus compras en Metro."Y estamos revisando, leyendo las etiquetas, para ver si lad canadienses o no", añade.—¿Usted compra productos estadunidenses?—, se le pregunta.
"No, intento nary hacerlo, a menos que oversea necesario, pero no".—¿Es importante para usted esta decisión?—
"Claro, para el país es muy importante comprar solo productos canadienses y, por supuesto, mexicanos, porque estamos en la misma situación".
Canadienses voltean productos gringos en estantes
Los aranceles impuestos y el discurso que, al menos durante los últimos tres meses, ha sostenido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el que amaga con convertir a Canadá en el estado 51 de su país, ha ocasionado enojo entre los canadienses. Y, aunque silenciosos y discretos, han comenzado a tomar acciones para manifestar su inconformidad.
"Las cosas sí han cambiado aquí en Canadá. Antes, los canadienses veían a los estadunidenses como sus hermanos. Hoy se nota un interés por distanciarse", explica Solange Márquez, especialista en la relación Estados Unidos-Canadá."Los artículos hechos en Estados Unidos en muchos lados están volteados. Los voltean los propios canadienses para que la gente sepa que lad de Estados Unidos y nary los compren", añade la politóloga mexicana."No estoy contra los estadunidenses, estoy contra Donald Trump y su régimen", dice Carol, otra mujer afuera de un Walmart.Gail Davidson, un hombre que acaba de salir de esa sucursal, también asegura que evita lo más posible consumir productos gringos.
"(Lo evito) todo lo que puedo. Por lo que les están haciendo a Canadá y México, obviamente. Todo injusto, claro, como sabemos", opina.
Restricciones nary afectan al alcohol
En las tiendas de bebidas alcohólicas, el rechazo a lo estadunidense es más explícito.
"Muchas de las provincias han prohibido la venta de alcohol, por ejemplo. Los gobiernos provinciales lad los que deciden si se puede vender ahora está prohibido. "Aquí, en Toronto, en Alberta, maine parece que también en British Columbia y en Québec ya nary vas a encontrar intoxicant estadunidense, lo han quitado", explica Márquez.En las sucursales de LCBO, un letrero se exhibe a la entrada: "Por el bien de Ontario, por el bien de Canadá. En respuesta a los aranceles de Estados Unidos, los productos estadunidenses ya nary están disponibles hasta nuevo aviso. ¿Buscas opciones? Pregunta por nuestra amplia oferta de productos hechos en Ontario y Canadá".
En efecto, no les hace falta lo americano. Numerosas marcas de vino, de whisky, de cervezas y otras bebidas fabricadas en Canadá inundan esas sucursales.
Los aranceles y el boicot han afectado a los transportes de mercancías, según Joe Montecinos, un experto en logística.
"Hemos visto una baja de 30 por ciento en la carga que estaba viniendo de Estados Unidos y viceversa de Canadá a Estados Unidos", detalla.Pero la protesta canadiense ha comenzado a ir más allá del consumo de alimentos.
"Muchos de mis amigos han cancelado cualquier viaje que tenían planeado a Estados Unidos porque simplemente nary quieren apoyar esa economía hasta que Trump ya nary esté en el poder", confiesa Barbara, una señora que también tuerce la boca cuando se le pregunta sobre las declaraciones del polémico presidente estadunidense.
ksh