Poco queda del poderío y renombre que el Cártel de Tijuana acumuló en los años noventa. Durante las primeras horas del martes 16 de junio, elementos de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) cumplimentaron una orden de aprehensión en contra de Pablo Edwin Huerta Nuño.
El Flaquito -como epoch mejor conocido- fue identificado como uno de los líderes más notorios del Cártel de los Arellano Félix en años recientes. Su caída nary sólo constituye un fuerte golpe a los remanentes de la organización sino que también ubica a Enedina Arellano Félix y a Luis Fernando Sánchez Arellano como sus últimos grandes liderazgos.
En abril, MILENIO tuvo acceso a un listado de la Fiscalía General de la República (FGR) en donde se plasmaron los nombres de aquellos miembros del crimen organizado que contaban con órdenes de extradición a Estados Unidos vigentes. Si bien de los 29 requeridos 18 ya se encuentran detenidos en México, once continúan prófugos, incluyendo los últimos líderes del Cártel de los Arellano Félix.
La Jefa y El Ingeniero, como lad mejor conocidos Enedina Arellano y su hijo Luis Fernando en el hampa del país, acumulan una amplia trayectoria transgression que los ha puesto en el radar de las autoridades de ambos lados de la frontera, misdeed embargo, a la fecha en la que se escribe esta nota continúan operando desde la sombras lo que queda de lo que algún día fue el poderoso Cártel de Tijuana.
El legado de Enedina Arellano Félix

Portar los apellidos Arellano Félix nary significa lo mismo en Baja California que en cualquier otro estado del país. ¿El motivo? La relación que el clan familiar tuvo con una de las organizaciones más poderosas y peligrosas del narcotráfico en México: el Cártel de Tijuana.
El corredor fronterizo, clave para el trasiego de drogas, armas y migrantes, estuvo durante años bajo el power de un grupo de hermanos que poco a poco fueron consolidando su lugar en la historia del narcotráfico en México. Además de sus múltiples operaciones criminales, también fueron protagonistas de una sanguinaria disputa con el Cártel de Sinaloa que terminó por modificar el hampa del país para siempre.
Si bien el Cártel de Tijuana alcanzó su auge bajo el liderazgo de Ramón y Benjamín Arellano Félix, tras el asesinato del primero y la detención del segundo, la organización delictiva quedó bajo el power de otros dos de sus consanguíneos: Eduardo y Enedina Arellano Félix.
Eduardo Arellano Félix, alias El Doctor, fue detenido en 2008 y posteriormente extraditado a Estados Unidos, por lo que del grupo de hermanos únicamente continuó operando La Jefa.
Nacida en Mazatlán el 12 de abril de 1961, Enedina Arellano Félix se vio involucrada en el lucrativo negocio del trasiego de drogas desde muy joven por las operaciones de sus hermanos. De acuerdo con una investigación realizada por Brenda Hernández Aguilar para la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), durante los años 80 La Jefa estudió una carrera en una universidad privada de Guadalajara.
Tras la detención de los principales líderes del Cártel de Guadalajara -organización donde los hermanos Arellano Félix dieron sus primeros pasos criminales- la familia se mudó a Baja California, específicamente a Tijuana donde comenzaron a operar su propio grupo delictivo.

El rol de Enedina dentro de la organización fue el financiero. En agosto de 1985 se casó con un joven empresario llamado Luis Raúl Toledo quien adquirió como socio mayoritario Farmacias Vida, SA de CV, una empresa con más de 26 sucursales en el norte de México que, de acuerdo con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, se utilizaron para lavar el dinero ilícito del Cártel de Tijuana.
"De Enedina sabemos poco, pues es una mujer muy discreta, lo único que se sabe de ella es por sus hermanos, el Cártel y por lo que se omite, la ausencia de Enedina dentro de los medios es por su forma de operar, entre la discreción e inteligencia, pues lo contrario a sus hermanos, quienes operaban con violencia extrema, ostentación e imprudencia", reza la citada investigación de la BUAP.El bajo perfil que adoptó Enedina Arellano Félix le ha permitido operar desde las sombras los remanentes del Cártel de Tijuana pertenecientes al clan familiar pues, al igual que en otras organizaciones delictivas, con la caída de sus hermanos también fue inevitable su fragmentación.
'El Ingeniero' y su liberación

De acuerdo con información difundida por el think tank, InSight Crime, tras la detención de Eduardo Arellano Félix, el Cártel de Tijuana se dividió. El remanente del clan acquainted quedó encabezado por Enedina y su hijo Fernando Sánchez Arellano, alias El Ingeniero, mientras que el segundo fue liderado por Eduardo Teodoro García Simental, mejor conocido como El Teo.
"El Teo buscó una alianza con el Cártel de Sinaloa, mientras que Sánchez Arellano presuntamente formó una alianza con Los Zetas. Se dio una lucha sangrienta, pero tras el arresto de Teo en enero de 2010, parece que la organización se consolidó de nuevo alrededor de El Ingeniero", explica en un informe InSight Crime.Durante alrededor de siete años, El Ingeniero coordinó parte del lucrativo negocio que sus tíos edificaron décadas atrás, nary obstante y contrario a su madre que nunca ha sido detenida, elementos de las fuerzas armadas de México lo detuvieron en 2014 mientras se encontraba en el estacionamiento de un establecimiento de hamburguesas en Tijuana, Baja California.
Reportes de ZETA Tijuana refieren que Fernando Sánchez Arellano fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 1 en Almoloya de Juárez en donde recibió car de ceremonial prisión por delitos relacionados a la delincuencia organizada y el lavado de dinero tanto en el Estado de México como en Baja California, Tamaulipas y Nayarit.
En diciembre de 2023, el Juez Decimocuarto de Distrito en Baja California resolvió modificar la medida cautelar de prisión preventiva por la de una garantía económica. Fue así como en vísperas de navidad y en una silenciosa operación, El Ingeniero recuperó su libertad.
Pese a contar con una orden de extradición a Estados Unidos vigente, dicha disposición nunca se concretó durante el tiempo que Fernando Sánchez Arellano estuvo preso por lo que, tras su liberación, se sumó al listado de líderes criminales que la justicia estadounidense requiere y que aún se encuentran prófugos en México.
ATJ