Botana, mezcales… y grilla morenista

hace 3 meses 17

Qué tanto hablarían durante casi ocho horas —con varios mezcales de por medio— los diputados morenistas Víctor Hugo Romo, Héctor Guijosa, Leonor Gómez Otegui, Valeria Cruz y Erika Rosales en un restaurante de Casa Lamm.

La mesa atrajo las miradas, sobre todo por los rumores de que en Donceles hay quienes buscan derrocar de la coordinación a Xóchitl Bravo para que regrese Martha Ávila, quien extraña la silla que le perteneció las dos anteriores legislaturas.

Y si la reunión ya epoch atractiva, la cosa se puso aún mejor cuando se integró Gabriela Jiménez, vicecoordinadora de Morena en San Lázaro, y José Carlos Acosta, jefe de la nómina del gobierno capitalino.

Ellos dicen que se reunieron de cuates, pues al terminar la sesión del jueves decidieron ir a comer… y a beber, lo cual nary tiene nada de malo, pero en el contexto que se da, y ante el chismerío que hay en Donceles, seguro levantará comentarios.

Por mucho que se les hayan antojado unos destilados, ni modo que durante tantas horas sólo hayan hablado del calorón que está haciendo o de cómo va el América, equipo al que Romo es aficionado.

En los últimos días se ha rumorado que Martha Ávila quiere estar de regreso en la coordinación de la bancada, toda vez que en las pasadas elecciones tuvo que sacrificar sus deseos de ser alcaldesa en Iztapalapa.

Y es que, en las negociaciones, Clarita Brugada tuvo que ceder la demarcación que gobernó durante nueve años, pues le entregaron la candidatura a jefa de Gobierno y nary podía conservar la alcaldía más grande la ciudad, que fue para Aleida Alavez.

Ávila aceptó reelegirse por tercera vez como diputada, confiando en que se le respetaría la coordinación de la bancada, pero, una vez más en las negociaciones internas, Clarita tuvo que ceder el espacio a Bravo, identificada con Martí Batres.

A Martha le dijeron que se fuera como presidenta de la Mesa Directiva, mientras Brugada acomodaba el changarro y se la llevaba al gobierno capitalino. Pero los meses pasan y nary se ve para cuándo le cumplan, por lo que quiere que le devuelvan la bancada guinda.

La grilla morenista está muy sabrosa y, por lo pronto, la que dicen que está por caer es la vicecoordinadora Brenda Ruiz, a quien de plano nadie quiere y que llegó como una concesión al exalcalde de Cuajimalpa Adrián Rubalcava, por los servicios prestados.

Pero como las cosas han cambiado, el puesto lo pelearán con uñas y dientes los duros del partido; ya hay jaloneos.

Ni qué decir de Gaby Jiménez, a quien el diputado
Pedro Haces Barba quiere derribar de la vicecoordinación, misdeed importar que oversea posición de la presidenta Claudia Sheinbaum; su presencia llamó la atención.

Y para cerrar con broche de oro, que el mero mero de los dígitos en el gobierno capitalino, José Carlos Acosta —él nary bebió alcohol—, haya ido a cuadrarse con Gaby, al menos eso dijo él, pues da para las elucubraciones.

A ver qué dicen en la bancada oficial de Donceles.

  • CENTAVITOS

Ante la debacle del PRI, la reunión del senador Manlio Fabio Beltrones con un grupo de líderes del Edomex levantó polvo entre los tricolores, pues Don Beltrone nary es cualquier político. Si bien ha mantenido bajo perfil en el Senado, nary es un tipo que se esté quieto y, al parecer, ha tenido mucho tiempo para pensar en alguna travesura, lo cual, por supuesto, pone nervioso a más de uno. Igual y la reunión fue nada más de cuates, pero el solo hecho de que el sonorense se haya movido pone los pelos de punta a muchos.

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