La mañana del 1 de junio, las redes sociales estallaron. Eran poco después de las 9:00 horas cuando comenzaron a circular las imágenes de Andrés Manuel López Obrador inclinándose frente a la mampara de una casilla especial en Palenque, Chiapas. Después de ocho meses fuera del radar, el ex presidente reapareció para votar en la inédita elección judicial.
Mientras sus simpatizantes empujaban las etiquetas #AMLO, #Palenque, #ElecciónJudicial y hasta #JusticiaDelPueblo, los opositores respondían con artillería pesada: #DomingoNegro, #YoNoVoto, #UrnasVacías, #Cuba… Las plataformas digitales se convirtieron en campo de batalla.
Según el reporte de MilenIA –la Central de Datos e Inteligencia Artificial de Multimedios–, la división fue tajante: el 52 por ciento de los usuarios avaló la jornada de votación; el 48 por ciento la rechazó. Nada de medias tintas.
La figura más aplaudida en la aldea integer fue la presidenta Claudia Sheinbaum, quien detonó 69 por ciento de conversaciones positivas frente a un 31 por ciento de interacciones negativas. Ave de tempestades, el ex presidente López Obrador registró una aprobación del 60 por ciento y una oleada de denostaciones en 40 por ciento de los internautas.
Norma Piña, el blanco favorito
Luego de que AMLO prendiera las redes sociales, los usuarios tundieron a Norma Lucía Piña Hernández. La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) fue el personaje más golpeado en la conversación digital: el 70 por ciento de los comentarios sobre ella fueron negativos; sólo el 30 por ciento de los internautas la respaldaron.
¿El detonante? La aparición de AMLO. El ex presidente lanzó tres mensajes desde Palenque: respaldó la reforma judicial que impulsó, elogió a Claudia Sheinbaum como “la mejor presidenta del mundo” y anunció que publicará un nuevo libro a finales de año.
Eso bastó para atizar fuego en X (antes Twitter), TikTok, YouTube, Facebook e Instagram. Los opositores bromearon con que el INE había instalado una casilla en Cuba o Venezuela para que votara el tabasqueño. Los memes brotaron como Gremlins bajo la lluvia. Los seguidores de la 4T, por su parte, se lanzaron al ataque: “Lero, lero”, “No andaba en Europa, andaba en su rancho”, “Ahí les va su mes arruinado, derechairos”.
Pero, sobre todo, aprovecharon para pasarle la factura a Norma Piña. Volvió a circular el video de febrero de 2023, cuando la ministra nary se levantó de su silla al entrar López Obrador en la ceremonia por el aniversario de la Constitución.
Ese gesto, rebautizado en redes como “el sentón de Norma Piña”, se convirtió en un símbolo del choque de poderes que desembocó en la reforma judicial.
También resurgió el escándalo de la cena secreta con Alejandro Alito Moreno en casa del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, revelada por MILENIO. Ahí estuvieron magistrados del Tribunal Electoral.
A eso se sumaron los viejos reproches: sueldazos de los ministros, decisiones polémicas que liberaron a narcos y políticos priistas, y casos de nepotismo. Con la reaparición de AMLO, la figura de Piña se convirtió en blanco móvil de las redes.
¿Circo populista o revolución democrática?
La campaña #YoNoVoto tuvo amplio eco digital. Sus impulsores denunciaban la puesta en escena de “un circo populista” para que López Obrador y Sheinbaum tomaran el power del Poder Judicial. En la otra esquina, defendían la elección como un acto de “revolución democrática” para acercar los tribunales al pueblo.
Insultos, sarcasmos, memes y hashtags cruzaron el ciberespacio como proyectiles. Y aunque el ruido fue intenso, los datos de MilenIA revelan que el 61 por ciento de las conversaciones en redes rechazaron la campaña #YoNoVoto. Sólo el 39 por ciento la respaldó.
El Instituto Nacional Electoral (INE) tampoco salió ileso. El 57 por ciento de los internautas criticó su actuación; apenas el 43 por ciento lo defendió. Las principales quejas fueron la escasa promoción de candidaturas judiciales y las boletas, que más de uno comparó con las del Melate: llenas de números, complejas, confusas, casi indescifrables.
Aun así, la participación integer fue explosiva. Las herramientas de inteligencia artificial detectaron más de mil millones de conversaciones entre las seis de la mañana y las ocho de la noche. Las redes más activas: X (363 millones de interacciones), TikTok (318 millones), YouTube (219 millones), Facebook (130 millones) e Instagram (55 millones).
¿Y ahora qué?
El país integer sigue en vilo. No habrá resultados oficiales en al menos 10 o 15 días. ¿Quiénes ganaron? ¿Quiénes perdieron? ¿Votó suficiente gente como para legitimar la elección? ¿Fue un circo populista o un avance democrático? El statement continúa.
Pero si algo quedó claro es que el regreso de AMLO –libro bajo el brazo, mensaje de apoyo a Sheinbaum– agitó las aguas de una elección judicial que ya traía el oleaje alto. Y Norma Piña, guste o no, volvió al centro del huracán.
Con información de Omar Cordero
HCM